miércoles, 2 de marzo de 2011

Manual del recién nacido


Ya está en casa y, efectivamente, no tiene instrucciones. Para que superes sin sobresaltos esos primeros meses, aquí tienes esta guía. Todas las respuestas a todas tus preguntas: ¿Por qué llora? ¿Porqué no sabe dormir solo? ¿Por qué no come bien? ¿Lo puedo bañar? ¿Cómo debo cuidar su piel?...Te damos los mejores consejos para los cuidados de tu bebé. ¡No te quedes con dudas!
“¿Por qué llora si no le pasa nada?”
Es la pregunta más repetida durante los primeros días. La mayoría de las madres primerizas piensa que si tiene sus necesidades cubiertas, el recién nacido no tiene por qué llorar. ¡Nada más lejos de realidad! En ocasiones, lo hace estando limpio, recién comido y tras haber recibido grandes y saludables dosis de cariño. Entonces, ¿cuál es la razón? Según los expertos, aunque los bebés vienen al mundo acompañados de un sonoro llanto, la mayoría lo hacen más a partir del tercer día de vida, porque durante las primeras horas están más somnolientos y menos hambrientos. Además, no hay que pasar por alto que, durante nueve meses, estuvo en un ambiente privilegiado. Al salir al mundo exterior y dejar esa vida llena de comodidades, es comprensible que, por momentos, se sienta solo y desprotegido. Así que no te desanimes si tu pequeño no para de llorar, los comienzos son difíciles, pero poco a poco aprenderás a reconocer los tipos de llanto.
“Una horita más de sueño, por favor”
No sabe dormirse solo
El sueño es fundamental para el desarrollo del niño y los padres deben trabajar para que el bebé adquiera el hábito. Pero el patrón de sueño varía según la edad:
• El recién nacido suele dormir unas 16–20 horas diarias, en períodos de una a cuatro horas. Estas “tandas” se reparten por igual durante el día y, para tortura de los progenitores, la noche. Y será así hasta los tres meses.
• Esta vigilia intermitente se produce porque su sistema digestivo es tan pequeño que necesita alimentarse con más frecuencia que un adulto. Y por eso algunos pediatras recomiendan despertarlo cuando lleva más de cinco horas sin comer.
• A partir de los cuatro meses, dormirá unas 14 horas y, entre los 7 y los 12 meses, 11 horas concentradas por la noche.

Consejos
Aunque existen varias teorías sobre cuál es la mejor forma de crear una rutina de sueño, lo cierto es que lo más conveniente es aplicar a diario y con disciplina una serie de normas.
• Enseñarle la diferencia entre sueño y vigilia (que suele aparecer entre el mes y medio y los tres meses), dejando la casa a oscuras y silenciosa por las noches e iluminada y con ruido ambiente durante el día, incluso durante la siesta.
• Acostarlo siempre a la misma hora y tras realizar actividades que lo relajen, como el baño, un paseo, etc.
• Darle algo ligero que cenar antes de acostarlo.
• Dejar al niño un rato antes en la cuna para que aprenda a dormirse solo.

¿Cuándo dormirá toda la noche?

La mayoría de los bebés lo hacen a los tres meses. Pero si gana peso con normalidad y tiene buen aspecto, no hay porqué preocuparse. ¡Cada niño tiene su ritmo! La mejor postura para él es boca arriba y durante los primeros meses cambia la posición de su cabeza, alternando el lado derecho y el izquierdo en noches.
“¡Socorro! Este niño no come bien”

¿Leche artificial o materna?
Lo habrás escuchado miles de veces: lo mejor para el bebé es la leche materna y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la recomienda durante los seis primeros meses de vida del niño, ya que sus ventajas respecto a la artificial son muchas e insustituibles. Pero cumplir esa recomendación es hoy por hoy muy difícil, teniendo en cuenta que la baja por maternidad dura sólo 16 semanas... ¡y que él come cada tres horas!
• La alimentación complementaria se debe iniciar a los cuatro o seis meses –todo depende de lo que recomiende el pediatra–. Los alimentos nuevos son los cereales sin gluten, frutas y verduras.
• En ningún caso se debe introducir el gluten en la dieta del bebé hasta transcurridos los seis meses. A partir de esa edad, además, se le puede dar un poco de carne: pollo y ternera. Para el pescado blanco le toca esperar hasta los 9–11 meses, y para cuando llegue el azul tu bebé tendrá 18.
• El huevo se administra por primera vez a los nueve meses como yema cocida y, si no se observa ninguna reacción alérgica, se probará con el huevo cocido entero cuando el pequeño cumpla un año.
• La leche de vaca entera y sus derivados se incorporan a partir de los 12 meses.
• Los alimentos empleados en la nutrición del lactante deben ser preferiblemente frescos, sin abusar de los “potitos” ni de la comida preparada. Pero no desesperes, porque los purés caseros que hagas para él se pueden congelar.

¿Engorda bien? 

• Desde que nace hasta que cumple cuatro días, el recién nacido hace su propia dieta de adelgazamiento. Normalmente pierde un 10% del peso que tuvo al nacer porque durante esos primeros días de vida elimina un líquido llamado extavascular. Este fluido se encuentra en los tejidos del pequeño “encharcándolos” (de hecho, por eso los recién nacidos nacen tan hinchados) y se expulsa de forma natural. Pero esta “dieta de desintoxicación” acaba muy pronto y el peso perdido debe recuperarse a las dos semanas.
• A partir de entonces, lo normal es que el lactante engorde unos 30 g al día de peso, durante los tres primeros meses de vida. Esto supone un incremento total del peso, al finalizar cada mes, de unos 900 g.
• En cuanto a su longitud, generalmente los bebés crecen una media de 3,5 cm por mes. Para cuando cumpla su tercer mes, el pequeño medirá 10,5 cm más que al nacer.

Y faltan los gases...

• Para “sacar” los gases, basta con darle unas suaves palmaditas o un suave masaje en la espalda. Si no lo consigue, intenta acostarlo boca abajo unos minutos y volver a levantarlo.
• Al eructar el bebé libera el aire que haya tragado al llorar o comer. Pero en ocasiones, no necesita eructar (muchos lactantes que toman el pecho no tragan aire al comer). Así que no te preocupes si no lo consigue tras intentarlo durante varios minutos.
• Aunque, también se dan casos de algunos bebés que necesitan expulsar el aire antes de comer, especialmente si lloraron antes de su biberón.
“Al agua patos”

¿Lo puedo bañar?
Su primer baño debe darse al día siguiente de la caída del cordón umbilical, siempre con agua templada y con jabones para pieles sensibles.
• La mayoría de los pediatras aconseja un baño completo sólo tres o cuatro veces por semana.
• Antes de meter al niño a la bañera, debe estar todo preparado para no dejarlo ni un segundo solo.
• La temperatura del agua debe oscilar entre 30 y 32 grados.
• Lo mejor es bañarlo por la noche, antes del último biberón, porque así el niño se relaja muchísimo.
• Asegúrate de secar bien todos los pliegues de la piel, especialmente debajo del mentón, detrás de las orejas y el área del pañal.
• No te preocupes si durante los primeros baños, el bebé llora mucho. Con el tiempo se acostumbrará.

Y en cada cambio...
• Si en la primera revisión de tu hijo el pediatra te dice que tiene fi mosis, no te extrañes. La fi mosis es una estrechez de la piel que recubre el glande, lo que impide su retracción y la exposición total de la punta del pene debido a la presencia de adherencias. Por lo general, se resuelve de forma espontánea, a los dos o tres años, aproximadamente. Para solucionarlo, hay pediatras que aconsejan dar un masaje en el pene del niño, moviendo la piel; pero otros dicen que esta práctica puede ser peligrosa. Consulta a tu especialista.
• En las niñas, cuando les cambies el pañal, usa un tejido limpio y suave, agua tibia y jabón neutro, para remover cuidadosamente los restos de las deposiciones que pudieran quedar en la vulva. Limpia siempre de adelante hacia atrás y así evitarás que los gérmenes lleguen hasta la vagina.

¿Qué hago con el cordón?
• Aunque se suele caer a los 15 días, aproximadamente, su higiene suele traer de cabeza a muchos padres primerizos.
• Hay que aplicarle diariamente alcohol con la ayuda de un algodón limpio hasta que se caiga el sólo y sane la herida.
• No debe cubrirse con gasas ni colocar el pañal por encima del ombligo.
• Si sangra, tiene mal olor o pasan más de 15 días sin desprenderse, consulta con el médico.


“Cómo debo cuidar su piel”

¡Tiene pelos hasta en las orejas!
Al nacer, su piel conserva una vellosidad llamada lanugo en la espalda, hombros y brazos. Esto es totalmente normal y la irá perdiendo con el roce de la ropa y el baño.

Manchas
• Además, es probable que durante la lactancia le aparezcan pequeñas marcas blancas (“manchas de leche”) en la cara. Éstas desaparecerán en uno o dos meses sin aplicar ningún tratamiento.
• Asimismo, en algunos casos, notarás eritema, unas manchitas de color púrpura entre los ojos, sobre la nariz y/o en el área superior de la nuca. Generalmente desaparen en uno o dos años.
•  Con frecuencia, después del primer o segundo día de vida, los recién nacidos desarrollan una erupción colorada que se asemeja a la picadura de un mosquito. Esta clase de urticaria es inofensiva y también desaparece sola.

Dermatitis 
Otro problema muy común es la dermatitis del pañal. Esta afección suele aparecer uno o dos días después del parto. Si tu bebé la sufre, intenta incrementar el tiempo de exposición de su piel al aire cada vez que le limpies y le pongas un pañal nuevo o cuando lo bañes. En la farmacia te pueden recomendar alguna crema o solución para echar en el agua de baño que pueda calmar las molestias en la zona.
DUDAS DE PRINCIPIANTES

¿Lo abrigo demasiado? Los pediatras recomiendan el “look cebolla”, es decir, ponerle varias capas de ropa y una temperatura ambiente de 20 grados centígrados.

¡Tiene los ojos amarillos! Durante su primera semana esto puede suceder porque su hígado no está listo para soportar el aumento de la bilirrubina. Pero el color desaparecerá gradualmente a partir del quinto día de vida.

Estornuda demasiado. Los recién nacidos suelen estornudar sin razón aparente. No te alarmes, es su forma de despejar los orificios nasales de sustancias no deseadas. 

Hasta arriba de mocos. Durante los primeros días es común la secreción de gran cantidad de mucosa incolora que, incluso, puede causarle vómitos porque sólo la sabe eliminar por la garganta.

¿Qué le pasa a su cabeza? En la parte superior del cráneo están las fontanelas, unos espacios por los que se ve aprecia el cerebro. Se cierran entre los 6-18 meses.

Investigando el pañal. Los dos primeros días se ensucia con una sustancia negra (meconio). Después, sus deposiciones serán amarillo-mostaza y “flojas”. Si el bebé se alimenta con biberón el meconio cambia de tono: hacia el verde y luego, amarillo.




Andrea Arabia
Autor: AP

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