La compra ilegal supone riesgos para la salud visual
La elección de unas gafas de sol no debe estar sujeta sólo a los dictados de la moda. Comprar en sitios no autorizados puede poner en peligro la salud visual del individuo: de las 27 millones de unidades que se venden anualmente en España, 8 millones son ilegales, es decir, no cumplen las normas de seguridad sanitaria. Utilizar gafas de sol sin la debida homologación supone exponerse a graves lesiones oculares que en algunos casos son irreversibles. Antes de adquirirlas se aconseja la opinión de un especialista.
8 millones de gafas ilegales
En la sociedad actual se ha impuesto la cultura de la protección de la piel contra los nocivos efectos de la radiación ultravioleta e infrarroja que nos llega desde el sol. En el caso de los ojos, el mensaje parece no haber calado entre la población y, a la vista de las estadísticas, es cada vez mayor el número de personas que adquieren gafas de sol en lugares no autorizados, exponiéndose así a graves perjuicios para la salud visual que a mediano y largo plazo pueden ser irreversibles.
“Yo no sé si es que no hemos sabido advertir de los riesgos de utilizar gafas de sol que no poseen controles ópticos”, señala Javier Cañamero, el presidente de Visión y Vida, una asociación declarada de utilidad pública. Desde esta organización ven con preocupación el incremento de las gafas de sol en los top manta, mercadillos y otros sitios no autorizados que al ser adquiridas ponen en serio riesgo la salud visual.
Según Javier Cañamero, en España se venden anualmente 27 millones de gafas de sol, y de esa cantidad, 8 millones se distribuyen en las redes ilegales del ya popular top manta. España es un país soleado por excelencia, y eso hace necesaria la utilización de gafas para protegerse de los rayos solares. El problema es que muchas personas prefieren decantarse sólo por los dictados de la moda y a precios ínfimos –a veces hasta por cinco o seis euros-, y adquieren productos que incumplen las normas sanitarias.
El resultado de estas compras nada recomendables son las lesiones oculares. Conjuntivitis, dolores intensos de cabeza o la intolerancia anormal a la luz intensa (fotofobias) están directamente relacionados con la utilización de productos sin homologar. Estos lentes, según explican desde Visión y Vida, no cumplen los mecanismos adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos y las distorsiones anómalas de la imagen.
Lo más peligroso de exponerse a la radiación solar es que ésta se almacena en el cristalino y no se elimina. Al cabo de un tiempo produce daños terribles como las cataratas. La Organización Mundial de la Salud señala, al respecto, que si a esta radiación se suma la paulatina degradación de la capa de ozono atmosférica, la consecuencia será que en los próximos años se producirá un elevado incremento de las cataratas. Esta lesión es la causante de 17,5 millones de cegueras anuales en todo el mundo. También se producen otras patologías como úlceras epiteliales, degeneraciones corneales, edemas maculares y degeneraciones retinianas.
Lentes solares con filtros
Las gafas de sol no autorizadas, dicen los expertos, “engañan” al ojo, pues una lente oscura hace que la pupila se dilate más y esté más propensa a recibir la radiación solar. Es importante saber que así como existen cremas con factores de protección para la piel, también existen lentes solares con filtros que actúan en función de las necesidades del usuario.
Estos filtros van del 0 al 4. El 0 se utiliza para lugares de poca luz, para el invierno, para el cielo nublado y las fotofobias.
El filtro 1 se utiliza en ciudades con luz y sol pero no en cantidades elevadas. Por lo general, este lente tiene entre el 43% y el 70 % de absorción de la radiación.
La categoría 2 se utiliza para lugares con mucha luz. Inclusive para inviernos muy luminosos. También para correr, para andar en bicicleta o para estar en el campo. Esta es la categoría más habitual.
El filtro 3 está previsto para veranos con mucho sol, de manera que cubran bien los ojos, para ir a la playa o al campo en días muy luminosos.
El número 4 es para alturas superiores a los 3.000 metros, sobre todo para la nieve. Está especialmente desaconsejado para conducir automóviles porque en un túnel, por ejemplo, limita la visión casi por completo.
En la elección de las gafas de sol, lo normal, insiste Cañamero, son las de filtro dos y tres. “Entran en juego varios factores, por eso siempre se recomienda la opinión de un especialista”, asegura. La adquisición, explica, obedece también a la sensibilidad de la persona, pues no es la misma en un individuo rubio que en uno moreno. “No hay que dejarse llevar por la moda”, añade.
En ello está de acuerdo Oriol Cusó, responsable de servicios profesionales e institucionales del grupo Indo. Esta empresa lidera la Asociación Europea de Gafas de Sol, ESA en sus siglas en inglés. En esta organización se agrupa toda la industria de la gafa de sol, (este sector mueve 1.400 millones de euros al año) desde el fabricante hasta la distribución. Indo es el único fabricante español dentro de la asociación. “Yo no creo que la gente prefiera las gafas sin garantía de calidad, simplemente creo que no lo piensan”, señala Cusó, quien también se muestra preocupado por el fenómeno del top manta y el incremento de las gafas con materiales no reconocidos por la normativa sanitaria. En lo que respecta a la radiación solar, Cusó subraya la peligrosidad de ciertos ambientes. Y más si se está expuesto con gafas de sol no adecuadas. “La radiación se incrementa en función del lugar. En el agua un 30%, en la arena un 20% y en la nieve un 90%”, señala.
Frente a la peligrosa exposición a la luz solar, la población infantil merece un capítulo aparte. Los optómetras alertan de la importancia capital de proteger a los niños de los efectos del sol. Es poco frecuente ver a los pequeños protegidos, y mucho menos que lleven estos objetos en la playa. Los pequeños, ha dicho Antonio Olivella, presidente de la ESA, requieren especial atención: “Si nos preocupamos de poner crema protectora a nuestros hijos cuando van a la playa, ¿por qué no nos preocupamos de sus ojos, donde la única protección completa son unas buenas gafas de sol?”. Los niños, dice Javier Cañamero, son los que tienen más posibilidad de quemaduras y su exposición al sol sin protección puede producir problemas en sus ojos en el futuro. Pueden tener anomalías en los párpados y en los lacrimales. Hay niños a los que les ocurre esto y la mayoría de veces sus padres no saben por qué sucede. Lo recomendable, según explican los expertos consultados, es buscarles gafas adecuadas para que no se sientan incómodos por el sol.
Los españoles, los que menos compran
Un estudio de la ESA llevado a cabo el pasado año indica que dos de cada tres europeos usan gafas de sol, siendo los franceses los más equipados y los españoles los que menos. La investigación señala que en Francia, España, Italia, Reino Unido y Alemania, el ciudadano tiene una media de dos gafas de sol. Los europeos, indica el estudio, compran con poca frecuencia este producto, los ingleses son los que renuevan más de una vez al año y los franceses, y, en especial los alemanes, esperan algunos años para comprar unas gafas de sol nuevas. En relación con los lugares de compra habituales, dice el estudio de la ESA, tres de cada cuatro personas señalan las ópticas, especialmente los italianos. Los europeos también compran en supermercados, tiendas de deporte, tiendas especializadas de sol, grandes almacenes, tiendas de moda y farmacias. Estas son las recomendacionesde la Asociación Visión y Vida para la adquisición de gafas de sol de calidad:
Prestar atención a la marca “CE” como estándar mínimo de calidad.
Deben cumplir el estándar europeo sobre gafas de sol (EN 1836: 1997). Exigir que la gafa de sol tenga especificado el número de categoría de filtro (factor de absorción). Pida la opinión de un profesional en la elección.
Exigir que las lentes tengan filtros para la radiación UVA (con garantía demostrable).
Preferir las lentes de alta calidad. -Sería recomendable que la gafa tuviera la mayor protección lateral posible.
En el caso de ser miope, hipermétrope o astígmata, poner atención a la compensación óptica de las lentes en el caso de adquirir gafas de sol graduadas.
Las gafas de sol no están fabricadas para proteger las estructuras oculares en la observación directa de los eclipses solares o para broncearse con rayos UVA.
No importa su color, pero son aconsejables el gris o el marrón (los que menos modifican las tonalidades).
La gafa de sol en la graduación adecuada es recomendable para cualquier época del año en la que disfrutemos de actividades en el exterior.
Utilizar estuches resistentes a golpes y caídas.